La protección, nutrición y codificación de la aura
El campo áurico, a menudo conocido simplemente como aura, es una manifestación energética que envuelve a cada ser vivo. Este campo no solo es un reflejo de nuestra salud y estado emocional, sino también un escudo protector que interactúa constantemente con las energías circundantes. La aura se extiende más allá de los límites físicos del cuerpo, actuando como una interfase entre nuestro ser interior y el mundo exterior.
1. Capa Etérica: Esta es la capa más cercana al cuerpo físico y, por lo tanto, la más densa de las capas áuricas. Refleja la condición de nuestro cuerpo físico, incluyendo las dolencias y desequilibrios. A menudo, la capa etérica se percibe como un contorno grisáceo o azul claro que sigue la forma del cuerpo. Cuando estamos saludables, esta capa es fuerte y vibrante; cuando estamos enfermos o debilitados, puede aparecer débil o fragmentada.
2. Capa Emocional: Más allá de la capa etérica se encuentra la capa emocional, que es más fluida y cambiante. Está directamente relacionada con nuestros sentimientos y emociones. Esta capa puede ser colorida y luminosa, reflejando emociones positivas como el amor y la alegría, o puede aparecer turbia y oscura durante momentos de angustia, ira o tristeza. La salud de esta capa es esencial para nuestro bienestar emocional y para mantener una conexión clara con nuestros propios sentimientos.
3. Capa Mental: Esta capa es el reflejo de nuestros pensamientos, creencias y patrones mentales. Es menos densa que la capa emocional y puede extenderse más allá de ella. La claridad y organización de nuestros pensamientos se manifiestan en esta capa como una luz clara y ordenada, mientras que los pensamientos confusos o negativos pueden hacer que esta capa se vuelva oscura y desordenada. La claridad mental y una perspectiva positiva son fundamentales para mantener una capa mental equilibrada.
4. Capa Astral: Esta capa actúa como un puente entre las capas inferiores, más centradas en lo físico y lo emocional, y las capas superiores, que son más espirituales. Es a través de la capa astral que nos conectamos con el amor incondicional y con las emociones de alta frecuencia. Es también donde ocurren los intercambios energéticos con otras personas y donde se forman las conexiones emocionales profundas. Mantener esta capa limpia y equilibrada ayuda a establecer relaciones saludables y amorosas.
5. Capa Etérica Superior: Es una capa más fina que lleva el registro de nuestra salud espiritual y de las experiencias de vida. Se cree que esta capa contiene los patrones de vida y los planes del alma, mostrando nuestras aspiraciones más elevadas y la misión espiritual. Una capa etérica superior equilibrada es señal de alineación con nuestro propósito espiritual y de una conexión fuerte con nuestra guía interior.
6. Capa Celestial: Esta capa está asociada con la intuición y la conexión con lo divino. Es a través de la capa celestial que experimentamos la iluminación espiritual y la conexión con el amor universal. Las personas que tienen experiencias místicas o estados de éxtasis espiritual suelen tener una capa celestial muy desarrollada y luminosa. Trabajar en esta capa implica abrirse a la guía espiritual y a una conexión más profunda con el Todo.
7. Capa Causal o Ketherica: La capa más externa del campo áurico, esta capa representa la conexión con la totalidad del universo. Es aquí donde se encuentra la consciencia universal y el sentido de unidad con todo lo que existe. Es la capa de la perfección y la totalidad, que guarda el plan divino de cada ser. Mantener esta capa fuerte y luminosa ayuda a vivir en armonía con el flujo de la vida y a actuar en alineación con nuestro propósito más elevado.
Reparando filtraciones y desgarros áuricos
La integridad de nuestra aura es crucial para mantener la salud física, emocional y espiritual. Sin embargo, diferentes factores pueden causar filtraciones o desgarros en el campo áurico, como el estrés prolongado, experiencias traumáticas, enfermedades graves o incluso influencias energéticas negativas del entorno o de otras personas. Estos daños en la aura pueden llevar a una disminución de la vitalidad, vulnerabilidad a enfermedades y un sentido de desconexión o desorientación.
1. Meditación y Visualización: Una técnica común para reparar el aura es la visualización. Imaginando una luz brillante que envuelve todo nuestro cuerpo, podemos cerrar y sanar las grietas o agujeros en la aura. La visualización de un campo de luz dorada o blanca rodeándonos proporciona un efecto protector y reparador.
2. Terapias de Sanación Energética: Las terapias como el reiki, la sanación pránica y la bioenergética se centran en restaurar la integridad del campo áurico mediante la canalización de energía curativa. Estos métodos ayudan a equilibrar las energías y a sellar las áreas donde la aura pueda estar comprometida.
3. Cristales y Gemas: El uso de cristales específicos, como la amatista o el cuarzo transparente, es efectivo para limpiar y fortalecer la aura. Colocando estos cristales sobre el cuerpo o llevándolos en la persona, se puede absorber y transmutar energías negativas, apoyando la reparación del campo áurico.
4. Higiene Energética Regular: Mantener prácticas regulares de limpieza energética, como baños de sal, quema de incienso o salvia, y pasar tiempo en la naturaleza, puede ayudar a mantener la aura limpia y vibrante. La exposición constante a elementos naturales y la conexión con la tierra facilitan la descarga de energías negativas acumuladas.
Cuidar de nuestro campo áurico es esencial para nuestra salud holística. Una aura limpia y fuerte no solo nos protege de influencias negativas, sino que también facilita un flujo libre de energía a través de nuestro ser, promoviendo la paz interior, la claridad mental y una conexión más profunda con nuestra esencia y el universo. La conciencia y el cuidado de nuestra aura es un paso importante en el camino hacia la auto-realización y la armonía con el todo.
Nota: El concepto del campo áurico y sus capas es común en muchas tradiciones espirituales y ha sido adoptado en la práctica moderna de sanación energética.